domingo, 5 de abril de 2015

Domingo de Resurrección: No busquen entre los muertos al que está vivo.


Hemos llegamos al final de la Semana Mayor y al día más importante y alegre para todos los católicos ¡Jesús ha vencido a la muerte! ¡Nuestro Señor ha resucitado! Es decir, que hemos recibido la oportunidad de ser salvados, de entrar al cielo y vivir por siempre en la compañía de Dios. ¡Hemos pasado de la muerte a la vida! ¡Con Jesús hemos resucitado!

Estos 40 días de cuaresma han sido un tiempo de reflexión, de retos, una permanente consciencia de nuestra miseria y el gran amor de Dios. Hemos concluido el cuaresmario, sus 40 desafíos, que posiblemente unos fueron sencillos de realizar y otros nos hacían salir de nuestra zona de confort; cada reto nos ayudaba a ir preparando nuestro corazón para este momento, el momento de celebrar y gritar a los cuatro vientos que Jesús resucitó. Hemos ido preparando nuestro corazón para tener “un corazón semejante al de Cristo”.

Pero ¿Por qué celebramos con todo el corazón la resurrección de Jesús? El Papa Francisco nos dice lo siguiente: “La Muerte y Resurrección de Cristo son el corazón de nuestra fe. Es la resurrección de Cristo la que nos abre a una esperanza más grande, porque abre nuestra vida y la vida del mundo al futuro eterno de Dios, a la felicidad plena, a la certeza de que el mal, el pecado, la muerte pueden ser vencidos. Y esto nos lleva a vivir con más confianza la realidad cotidiana, a afrontarla con coraje y compromiso. La resurrección de Cristo es nuestra fuerza.”

Hemos resucitado con Cristo… estábamos muertos y hemos encontrado la vida ¿Te encontrabas en un valle de muerte? ¿Estabas en la oscuridad? ¿Eras huesos secos? ¿Tenías sed de algo? ¿Andabas en busca de algo? Cristo se nos presenta como Señor y Salvador y nos da la entrada al cielo, pasamos con Cristo, en Cristo, por Cristo de la muerte espiritual a la vida espiritual. De el pecado a la Gracia. Nos lo dice la 1a lectura “que los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados” y al recibir este perdón de los pecados pasamos de la muerte espiritual a la vida y vida en abundancia. Cristo ha resucitado y junto a Él lo hemos hecho nosotros.

Nos lo confirma la 2a lectura ¡Hemos resucitado! nos lo dice la misma Palabra de Dios “Ya que habéis resucitado con Cristo” Debemos preguntarnos ¿me considero resucitado con Cristo? realmente ¿Considero que tengo una vida nueva en Él? Como cristianos sabemos que  no estamos libres de problemas, preocupaciones, caídas, golpes, etc. pero tenemos presente que el mismo Jesús venció la muerte por cada uno de nosotros, esta batalla ya esta ganada ¡Vamos hacia el cielo! ¡Buscamos las cosas del cielo! ¡Lo eterno y no lo pasajero!

¡Es una maravilla lo que hemos encontrado! es tan hermoso que no nos lo podemos quedar…debemos ir y gritarlo así como lo cuenta el evangelio, todos debemos ser magdalenas, corriendo a  anunciar que Jesús ha resucitado. María Magdalena sale al encuentro de Pedro para contarle el milagro. Aunque no lo comprendía, no se lo guardo solo para ella. ¡Debemos hacer que otros resuciten en Cristo!

¿Tenemos el coraje de salir y anunciar a Jesús?  Necesitamos tener el coraje de salir y anunciar y llevar esta noticia llena de luz a todos los rincones de nuestra vida; como dice el Papa Francisco: “La resurrección de Cristo es nuestra certeza más grande; ¡es el tesoro más precioso! ¡Cómo no compartir con los otros este tesoro, esta certeza tan bella!”

Escrito por nuestros colaboradores y católicos con acción Isaac Bonilla y Fátima Moreno

0 comments:

Publicar un comentario